De niño, con apenas diez años pescaba algunas veces con mosca a buldo. Ya por entonces leía algunas cosas sobre la pesca a mosca con cola de rata que me impresionaban mucho. A finales de los 70, cuando era extraño ver a alguien pescar a mosca con cola de rata, tuve la fortuna de conocer a un pescador que pescaba así y me cautivó tanto el verlo pescar como su personalidad. Fue un flechazo.
En tu libro nos llevas de paseo por España, nos muestras ríos y lugares, algunos conocidos y otros no tanto, ¿Qué ha cambiado desde entonces en estos destinos?
Han cambiado muchas cosas. Lo principal los propios ríos, más regulados y degradados en su mayoría. Las truchas también parece que cada vez se comporten de forma diferente a como lo hacían antes. Pese a todo hay destinos que permanecen casi iguales, y en donde el tiempo parece haberse detenido, por desgracia son los menos.
Uno de tus dolores es ver el detrimento de los ríos, unos emblemáticos y otros porque son parte de tu vida. Por favor, una reflexión sobre lo que sucede.
Se habla mucho de la cultura del agua, pero esta cultura no existe como tal de forma generalizada, sólo está en el papel. Los ríos siguen teniéndose por canalizaciones en las que verter la suciedad. Hay que ver a los ríos como elementos vivos en el momento que permiten sustentar toda una estructura de formas de vida diferentes a su paso. Si llega el día en que esto suceda muchos problemas actuales comenzarán a solucionarse.
El respeto a los ríos, ¿se debe como un derecho hacia los demás o es una obligación de uno mismo?
Ambas cosas. Derecho y deber van unidos. Todos tenemos el derecho a disfrutar de los ríos, pero también el deber y la obligación de hacer lo posible por mantenerlos vivos.
¿Qué pasa con las nuevas generaciones de pescadores? ¿No hay relevo?
Cuesta mucho conseguir que los niños se aficionen a la pesca, tienen demasiados “cebos” que los alejan de conocer la naturaleza, los ríos… Las nuevas generaciones tienen la fortuna de comenzar conociendo ya cosas que a muchos de nosotros nos han costado años conocer, un ejemplo es la práctica de la pesca sin muerte.
En la situación de la pesca actual, la Administración tiene un papel protagonista, ya que ellos regulan y legislan sobre lo que podemos o no hacer los pescadores. ¿Tendrías algo que decirles a los que tienen ese poder cedido sobre qué hacen ellos por los ríos, que son de todos?
Regular y legislar en materia de pesca implica marcar unos fines a medio y largo plazo que a muchos políticos no interesan. Si tuviese que decirles algo a los responsables de las Administraciones, les diría que mirasen por los intereses de los ríos y de sus habitantes; la pesca se mantiene con ellos.
La pesca como eje de la amistad. Háblanos de esto que creo que es muy importante.
A lo largo de una vida dedicada a la pesca uno ha tenido muchos compañeros con los que compartir aventuras y destinos. Unos ya no están y nos han dejado su recuerdo y sus consejos. La pesca entraña soledad, por eso la compañía tiene un significado muy especial en el momento en el que se comparten todas las vivencias y sensaciones que se viven en la soledad de un río.
No creo en absoluto que en el río se pierdan los modales. Al contrario, en el río nos vemos todos más iguales. Podremos llevar cañas más caras o más baratas, botas mejores o peores, pero todos estamos a merced del río, de la fuerza de su corriente. Nos mojamos y nos llenamos de barro, a todos nos gastan las truchas las mismas bromas pesadas… La soledad de la pesca, a la que antes hacía referencia, hace también que en el río seamos nosotros mismos, sin que nos dejemos arrastrar por las masas que mueven otros deportes o aficiones.
En esta afición de la pesca a mosca, tan aparentemente relajante, de vez en cuando se crean unos debates encendidos. Uno de ellos es el de la competición. Por que crees que algunos pescadores son tan reaccionarios en contra de la competición.
De todo hay en la viña del Señor. Si algo he aprendido a orillas de un río es que no se debe ser reaccionario contra nada. Los pescadores tenemos el castigo de crear separaciones: competición-no competición, mosca-cucharilla-cebo, río-mar, trucha-bass... Si en vez de dividir nos dedicásemos a unir esfuerzos otro gallo nos cantaría. Sobre la competición, en particular a mi no me seduce mucho. He competido, pero no me considero un pescador de competición. Me gusta competir contra el río y sus truchas, pero no contra otros pescadores. La competición tiene cosas buenas, pero también muchas cosas absurdas que respeto pero no comparto.
Entre tus grandes habilidades están las de escribir, viajar, y… ¡hacer moscas! ¿Tienes moscas propias? ¿Cuáles son tus favoritas? Alguna mosca te ha marcado en tu vida de pescador?
No tengo ninguna mosca que merezca el calificativo de favorita sobre otras. Suelo pescar siempre con las mismas moscas: tricópteros de pelo de ciervo, efémeras en paracaídas, emergentes de CDC, ninfas de cabeza dorada… Quizás por destacar alguna destacaría las “Palomino”, cuyo montaje desarrollé hace unos años a partir de un modelo americano. Son unas moscas que me han dado muchas satisfacciones pescando; y sobre todo, cuando algún amigo me dice sorprendido que le han funcionado bien en ríos alejados de los míos.
¿Que prefieres a la hora de pescar: seca o ninfa?
Cualquier sistema es bueno si nos permite capturar peces. Llevo unos años muy centrado en la pesca con ninfa, debido sin duda a que las truchas cada vez comen menos en superficie; pero, sin lugar a dudas pescar a seca es para mi lo máximo en la pesca a mosca por muchas razones.
Quieres dejarnos algunas recomendaciones para que entre todos no perdamos lo mejor de nuestra tierra, que son los ríos.
Simplemente que los respetemos, que veamos en ellos toda la vida que mantienen. ¿Se imaginan una Tierra sin ríos…?
Miércoles 16 de diciembre, a las 19 h. en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Colón, 6ª planta. Valencia.
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